Roedores versus genetistas. Los límites de nuestro conocimiento.

Rarezas genéticas en los roedores del género Microtus.

Microtus rossiaemeridionalis

Foto: Universidad Purdue

Microtus duodecimcostatus

(Topillo común o mediterráneo)

Foto: © Francisco José Íñiguez Yarza. (proyecto Sierra de Baza)

Un estudio llevado a cabo por expertos de la Universidad Purdue (Deborah A.Triant  and J.Andrew DeWoody), desvela que los roedores del género Microtus (muy parecidos al ratón, pero con colas cortas y ojos brillantes, considerados en el Hemisferio Septentrional como una plaga agrícola) son los mamíferos con una evolución (variación genética) más veloz, lo que da lugar a rarezas genéticas enigmáticas

El estudio se ha desarrollado sobre 60 especies del género Microtus, que ha evolucionado en los últimos 500.000 a 2 millones de años. Esto significa que los roedores Microtus están evolucionando entre 60 y 100 veces más deprisa que el vertebrado promedio en términos de creación de especies diferentes. Dentro del género (el nivel de clasificación taxonómica que viene por encima del de las especies), el número de cromosomas en roedores oscila entre 17 y 64. Éste es un hallazgo insólito, ya que las especies dentro de un solo género tienen a menudo el mismo número de cromosomas.

El estudio se basa en la secuenciación y comparación del ADN mitocondrial de Microtus rossiaemeridionalis con el ADN mitocondrial de Microtus kikuchii.

Entre las características genéticas sorprendentes de los roedores del género Microtus, figuran las siguientes:

ü      En una especie, el cromosoma X, uno de los dos cromosomas determinantes del sexo (siendo el otro el Y), contiene aproximadamente un 20 por ciento del genoma completo. Los cromosomas del sexo normalmente contienen mucha menos información genética.

ü      En otra especie, las hembras poseen porciones grandes del cromosoma Y (masculino).

ü      Hay también una especie en la que machos y hembras tienen diferentes números de cromosomas, lo que es inusual en animales.

ü       Otra rareza es que, a pesar de la variación genética, todos esos roedores diferentes presentan en cambio un aspecto muy parecido, y muchas especies resultan del todo indistinguibles.

ü      En un caso particular, los investigadores fueron incapaces de diferenciar entre dos especies incluso después de un examen minucioso y de un análisis de su estructura craneal; sólo las pruebas genéticas pudieron revelar la diferencia.

Foto: Purdue University

 No obstante, los roedores del género Microtus están completamente adaptados para reconocer a los de su propia especie.

Los investigadores no han visto ninguna evidencia de apareamiento entre especies diferentes. No saben cómo los animales logran hacer esta selección, pero probablemente el olor y la conducta desempeñan un papel importante en ello.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Rarezas genéticas en Ratones

Un equipo de científicos ha descubierto que algunos animales pueden desafiar las leyes de la herencia genética mediante experimentos con ratones de laboratorio, según un estudio publicado por la revista "Nature". Los investigadores descubrieron que los ratones pueden transmitir ciertas características a sus descendientes aun en ausencia del gen correspondiente, algo que atribuyen a la acción del ácido ribonucleico (RNA). Se cree, sin embargo, que hace falta llevar a cabo más experimentos para confirmar las conclusiones del estudio científico, informa la BBC al dar cuenta del descubrimiento.

 

Hasta ahora se creía, que en la herencia genética intervenía solo el ADN de los cromosomas, pero investigadores de la Universidad Sophia Antipolis, de Niza, encontraron que el ARN transmite los síntomas de un gen defectuoso en individuos con copias sanas.

 

Los científicos crearon roedores con una copia sana de un gen y otra defectuosa, cuyo resultado era una mancha blanca en la cola, refirieron los investigadores.

 

Los roedores fueron cruzados con ratones normales y pese a que sus descendientes tenían dos copias sanas del gen, 24 de un total de 27, presentaban las manchas blancas.

 

Esa característica podían adquirirla de alguno de los progenitores y se transmitía de una generación a otra, sin la presencia del gen alterado, según un experimento realizado por el equipo dirigido por Minoo Rassoulzadegan.

 

Con el propósito de hallarle una explicación al fenómeno, los investigadores se concentraron en el estudio de los espermatozoides. Según explica el profesor Rassoulzadegan, su equipo estudió lo que ocurriría al inyectar un preparado de RNA del esperma de un ratón mutante en un óvulo fecundado. "Cuando examinamos los ratones nacidos después de esa inyección, comprendimos con claridad que el RNA podría ser responsable de la herencia del fenotipo del rabo blanco", explicó.

 

El fenómeno por el que se "recuerdan" las características de un gen determinado, que aparece en generaciones posteriores aun cuando no esté ya presente esa versión concreta del gen, se llama "paramutación". Es un fenómeno identificado previamente en las plantas, señala la BBC, pero es la primera vez que se ha detectado en animales si es que se confirma finalmente con nuevos experimentos.