Índice:

La formación de Cataluña. Cuenca del Vallés-Penedés. 1

Otros hallazgos cercanos (Hispanopithecus): 2

21-12-2005 Descubren miles de fósiles y herramientas del Pleistoceno (diario de Córdoba y varios medios) 3

03-11-2005 (varios medios) Pierolapithecus catalaunicus 3

18-11-2004 (varios medios, Sciencie) Pierolapithecus catalaunicus 4

Infografía diario El Mundo: 6

Artículo original (Sciencie) en inglés y formato PDF. 8

 

La formación de Cataluña. Cuenca del Vallés-Penedés.   inicio

 

Distribución del sistema de fosas tectónicas de dirección Norte-Sur en Europa occidental. La fosa del Vallés-Penedés (flecha en imagen izquierda) constituye una prolongación de este sistema hacia el Sur.

 

Investig.Ciencia, mayo 88

 

 

Mundo científico mayo 90

 

La cuenca del Vallés-Penedés forma parte de un sistema de fosas tectónicas de dirección suroeste-nordeste, que se extiende en paralelo a la cuenca mediterránea occidental y cuyos márgenes más elevados –y, por tanto, emergidos- son los Catalánides, por un lado, y las islas Baleares, por otro.

 

Buena parte de los yacimientos de vertebrados del Vallés-Penedés se sitúan entre el Mioceno medio (hace unos 16 millones de años) y el Mioceno superior (hace unos 12 millones de años).

 

Una particularidad de la zona es que, entre un casi centenar de especies prehistóricas, el elemento dominante era un équido tridáctilo del tamaño de un poney, conocido con el nombre de Hipparion (antepasado del caballo, con tres dedos, se trataba de una forma corredora adaptada a los espacios abiertos y, con dentición propia para alimentarse de gramíneas, tipo de vegetación que cubría las estepas del Mioceno superior), que en el Vallés está asociado con elementos característicos del Mioceno medio.

 

Esta anomalía, no atribuible a factores de índole geográfica o regional, fue interpretada por Miquel Crusafont y colaboradores como una fase particular dentro del Mioceno: constituía un episodio inédito en el resto de Europa, que había pasado inadvertido a la hora de elaborar la historia geológica del continente. Crusafont propuso el término de “Vallesiense” para designar al piso de mamíferos hallado en la zona, situando el estrato-tipo del mismo en la localidad de Can Ponsic, cerca de la ciudad de Tarrasa, que posteriormente refirió a Can Llobateres, cerca de Sabadell, por la riqueza de hallazgos en esta otra localidad.

 

Maqueta morfoestructura del relieve del Penedés. (Fotos de José Mª Moraleja del MGSB. Museu Geológic comarcal de Vilafranca del Penedés)

 

 

Dentro del conjunto de Can Llobateres, la representación de primates constituye un capítulo aparte. Los primates ofrecen una curiosa historia evolutiva en el Terciario de Europa. Los primeros representantes de este orden en la península Ibérica pertenecen a las familias Adapidae y Tarsidae (géneros Necrolemur, Adapis y Pseudoloris), del grupo de los Prosimios. Se encuentran en numerosos yacimientos del Eoceno prepirenaico (hace unos 45 millones de años).

 

El gran corte faunístico, conocido por la “grande Coupure”, que supone el tránsito del Oligoceno conllevará la desaparición? de los primates de Europa, hace unos 35 millones de años. Su evolución continuará en Africa, donde se originarán los primeros póngidos (Aegyptopithecus, del Oligoceno de El Fayoum, en Egipto). La colisión de la placa africana con Eurasia en el Mioceno inferior dará lugarr a la entrada de los primeros antropoides en Europa, los cuales persistirán hasta el Mioceno superior. Los primeros representantes de este grupo en Europa pertenecen al género Pliopithecus, que algunos autores relacionan con los actuales gibones. En el Vallés-Penedés, estos póngidos presentan una curiosa distribución temporal. Así, se encuentran en los niveles pre-vallesienses de Castell de Barberá y Can Feliu, cerca de Sabadell. Faltan, por el contrario, en los niveles con dryopitécidos del Vallesiense y reaparecen en el Vallesiense terminal de los alrededores de Tarrasa, cuando han desaparecido ya los anteriores. Parece existir, pues, cierta exclusión ecológica entre los pliopitecinos y los dryopitecinos.

Otros hallazgos cercanos (Hispanopithecus):         inicio

1914 Smith Woodward, en la cuenca pirenaica de la Seo de Urgel, mandíbula casi entera de Dryopithecus fontani. (mono de talla mediana)

 

Villalta y Crusafont, barrancos de Can Vila, cerca de Hostalets, en el Penedés. Serie dentaria inferior. Hispanopithecus laietanus (tamaño parecido chimpancé grande) es considerado una especie de Dryopithecus por algunos autores.

 

1.966 Crusafont y J. Hürzeler, mismo yacimiento, piezas dentarias más reducidas. Rahonapithecus sabadellensis (pudiera ser la hembra de Hispanopithecus).

 

1.969 Crusafont y J. Hürzeler, Can Llobateres, tercer molar inferior, Dryopithecus piveteaui. Posible correspondencia a Hispanopithecus.

 

Canino similar a formas africanas de gran talla como Proconsul major, citado a veces como posible antecesor del gorila.

 

2002. (2004) Salvador Moyà-Solà y colaboradores, del Itto. de Paleontología Miguel Crusafont de Sabadell. Barranc de Can Vila (Hostalets de PierolaAnioa-), 83 fragmentos de hueso, 13 millones de años, Pierolapithecus catalaunicus (Pau).

 

5-12-2002 y 2003. (2005) Salvador Moyà-Solà. Barranc de Can Vila (Hostalets de Pierola), cráneo entero, 14 millones de años, Pierolapithecus catalaunicus.

2005. Kenneth Martínez, y colaboradores, arqueólogo de la Universidad Rovira i Virgili (URV). Vallparadis – Terrassa. Talla lítica 750.000 años, con huellas corte carne.

La supuesta desaparición de la fauna vallesiense muestra un carácter latitudinal (algunas de las especies extintas de la península Ibérica persisten en zonas más septentrionales de Europa). No es descartable la aparición de fósiles que cubran el intervalo. A propósito del Pierolapitecus Pau: es curioso que se encuentren los vestigios más antiguos en el supuesto “fin de trayecto” ibérico, antes que en el hipotético “punto de partida” africano.

 

 

21-12-2005 Descubren miles de fósiles y herramientas del Pleistoceno (diario de Córdoba y varios medios)           inicio


Trabajos en el yacimiento de Vallparadís, junto a las obras de la nueva estación de tren.
Foto:JOSE GARCIA


Algunas de las piezas rescatadas, ayer.
Foto:JOSE GARCIA

Vallparadís se confirma como uno de los yacimientos más ricos de Europa. Las piedras talladas aparecidas datan de al menos 750.000 años.

 

ANTONIO MADRIDEJOS (21/12/2005)

 

Un equipo de arqueólogos y paleontólogos han descubierto en Terrassa (Barcelona) herramientas de piedra y fósiles de animales descuartizados con una antigüedad de entre 700.000 y 900.000 años.

 

Según destacaron ayer los responsables de la excavación, no sólo han aparecido centenares de huesos de animales bien conservados, sino también infinidad de herramientas --piedras talladas con el llamado Modo 1-- que confirman que los humanos pasaron por Vallparadís hace al menos 750.000 años.

 

Se trata, dice Kenneth Martínez, arqueólogo de la Universidad Rovira i Virgili (URV) y codirector del las excavaciones, de uno de los cuatro yacimientos más viejos de Europa occidental y es equiparable en edad e importancia a los yacimientos de Atapuerca y Orce en España.

 

TALLA LITICA. Las especies recuperadas y el tipo de talla lítica sugieren una gran antigüedad, aunque de forma poco precisa. "Quizá fueron 800.000 o 900.000 años --como los restos más viejos hallados hasta ahora en la sierra burgalesa--, pero no lo sabremos hasta que se haga la datación por paleomagnetismo", explica el paleontólogo David Alba. Y eso llevará un tiempo. Por ahora, los restos son simplemente del Pleistoceno inferior terminal, sin precisar más.

 

CORTAR LA CARNE. "No hay duda de que son herramientas humanas", asegura Eudald Carbonell, catedrático de Prehistoria en la URV. Se supone que los útiles "fueron empleados para cortar la carne de las presas y luego desollarlas", añade Martínez. Contemplados al microscopio, algunos huesos de hervíboros han revelado signos inequívocos de haber sido descuartizados con piedras. "Tenemos 11.000 registros documentados", prosigue el codirector, de los cuales hay unos 3.000 huesos de animales y 200 coprolitos (excrementos fósiles) de hienas. El resto son herramientas talladas por humanos o bien lascas que saltaron durante el proceso de fabricación.

 

Sea de hace 750.000 o 900.000 años, lo indiscutible es que la fauna de Vallparadís disfrutó de un clima templado, incluso cálido, dice Salvador Moyá, investigador de Sabadell.

 

FAUNA RICA EN LA ZONA. Los animales desenterrados --han surgido restos enormes de rinocerontes e hipopótamos, así como ciervos gigantes, elefantes, caballos, panteras y hienas-- sugieren que la zona fue un hábitat con mucha agua, posiblemente un ambiente abierto con ríos.

 

Más que un lugar de asentamiento o un campamento, insiste Martínez, "los humanos debieron de emplear Vallparadís como lugar para cazar y comer". En cualquier caso, el hombre compitió con las ubicuas hienas, que han dejado para la posteridad evidentes dentelladas en huesos de rinoceronte e hipopótamo.

 

SIN RASTRO DE HUMANOS. Por las catas realizadas se sabe que hay tierra y sedimentos en al menos seis metros más. Sin embargo, todavía no se han localizado restos humanos, pero los investigadores no lo descartan. Lo que sucede es que, a diferencia de Atapuerca --un sistema de cuevas donde los cadáveres eran arrojados y acababan apelotonados--, la localización en Vallparadís --un ambiente abierto más expuesto a la erosión-- dependerá en buena medida de la suerte. "Es evidente que los humanos no eran muy frecuentes en aquella época", concluye Carbonell.

 

03-11-2005 (varios medios) Pierolapithecus catalaunicus       inicio

 

Un cráneo prácticamente entero de un mono antropomorfo de unos 14 millones de años de antigüedad ha sido hallado por investigadores del Itto de paleontología Miquel Crusafont de Sabadell en el yacimiento de Hostalets de Pierola, el mismo en el que se encontró Pau, el primer ejemplar de Pierolapithecus catalaunicus. Los restos fósiles –una mandíbula y una cara- podrían corresponder, en opinión de Salvador Moyá, director de la excavación, a un nuevo género de ancestros comunes de los grandes simios actuales, como los humanos, chimpancés, gorilas y orangutanes.

 

 

 

 

 

 

 

18-11-2004 (varios medios, Sciencie) Pierolapithecus catalaunicus       inicio

Un fósil de 13 millones de años descubierto por paleontólogos catalanes está considerado el último antepasado común de los grandes antropomorfos vivientes, incluido el hombre, y su hallazgo permite obtener información sobre un periodo de la evolución muy desconocido por la escasez de restos.

 

Un grupo de científicos del Instituto de Paleontología Miquel M. Crusafont de la Diputació de Barcelona, liderado por Salvador Moyà-Solà , ha descubierto un nuevo fósil de 13 millones de años en Hostalets de Pierola, una zona muy rica en fósiles cercana a la capital catalana, y que podría ser el último antepasado común de todos los antropomorfos vivientes, el grupo de los orangutanes, chimpancés, gorilas y humanos.

 

Moyà-Solà, junto a su colaboradora Meike Kölher, ha presentado en Barcelona los resultados de los estudios, que se publicarán mañana en la prestigiosa revista Sciencie.

 

El esqueleto parcial hallado en Hostalets, que recibe el nombre de Pau, data de hace trece millones de años, periodo del que se desconocía casi todo hasta ahora por la falta de restos significativos, por lo que este hallazgo permite avanzar en el estudio de la evolución de los primates.

 

Pau tenía rígida la parte inferior de la espina dorsal y otras adaptaciones, lo que le permitía trepar a los árboles, aunque no se suspendía de las ramas, y demuestra una evolución hacia la posición erguida, lo que no significa que caminara a dos patas.

 

Según ha explicado este científico, lo más novedoso estriba en que, los hallazgos hasta ahora de fósiles han sido "incompletos, parciales y fragmentarios", ya que trabajaban, principalmente, con la mandíbula y los dientes. Sin embargo, el hallazgo en Hostelets de Pierola incluye "la estructura esquelética básica" con "regiones clave", como las vértebras, las costillas, la clavícula y la muñeca, ha explicado Moyà-Solà.

 

Hasta ahora, las pruebas fósiles de este período, el Mioceno Medio, eran escasas y los investigadores han buscado durante mucho tiempo a los antepasados de los grandes simios que emergieron después de esta separación.

 

"La importancia de este nuevo fósil es que, por primera vez, todos los rasgos clave que definen a los grandes simios modernos están bien conservados", ha asegurado Moyá-Solá.

 

El ejemplar descubierto en Hostalets de Pierola era un macho, pesaba unos 35 kilos, medía entre uno y 1,20 metros, y por la forma de los dientes, parece ser que comía frutas, aunque también podía alimentarse de insectos, otros vegetales y ocasionalmente algún pequeño vertebrado.

 

Según ha explicado el científico, la zona excavada es muy rica y prevé "nuevas sopresas" próximamente. El grupo está trabajando para extender su zona. Además de profundizar con el hábitat y la fauna encontrada, Moyà-Solà no ha descartado encontrar más primates.

 

Junto a Moyà-Solà y Köhler, también han trabajo David M. Alba, Isaac Casanovas-Vilar y Jordi Galindo, gracias a la colaboración de la Diputació de Barcelona, la Conselleria de Universidades, Investigación y Sociedad de la Información de la Generalitat, el Ministerio de Educación y Ciencia, la Fundació La Caixa, la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel y la Iniciativa de Investigación de los Orígenes Humanos.

 

 

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Artículo original (Sciencie) en inglés y formato PDF

 

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