* Glosa. (De Wikipedia, la enciclopedia libre): |
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* Glosas Emilianenses. San Millán de -
Códice 31. 28-03-2005. EFE. Periodista Digital Castilla.tc -
Glosas Silenses. Texto de “Revista Digital”. Nº 44. Mayo 2003. (Asociación
para |
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* Significación de las Glosas Emilianenses.
Alonso Zamora Vicente. Secretario Perpetuo de |
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* La guerra del castellano. 29-10-1978. Manuel
Pereda de |
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* Observaciones. |
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Glosas **********************************
Glosa. (De Wikipedia, la enciclopedia libre): Arriba
Glosa era
una palabra de difícil comprensión en un texto y que requería ser explicada.
Más adelante pasó a significar la propia explicación de dicha palabra de
difícil comprensión; acabando por significar también, cualquier comentario de
un texto.
Por extensión Glosario es el
conjunto de palabras de difícil comprensión con una relación común.
Glosas
Emilianenses. San Millán de
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…En la biblioteca del monasterio
dormía durante siglos un código latino, Aemilianensis
60, en cuyo márgenes un amanuense había escrito
unos apuntes (glosas) en lengua romance, en vasco y en un latín que hoy
podríamos llamar “macarrónico”.
Esto sucedía en el siglo X, aunque
investigaciones recientes aseguran que tal vez fuera ya entrado el siglo XI.
Este códice 60, que actualmente se guarda en la Academia de la Historia, es el
que tradicionalmente se conoce como Glosas
Emilianenses.
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Otros estudiosos indican que dichas
Glosas son el primer testimonio escrito de la lengua
aragonesa. Esta afirmación, que se opone a la que considera dichas glosas como
castellanas, se sustenta en el análisis lingüístico, en los que muchos de los
rasgos se identifican como aragoneses. Es el caso de –it- resultante de –ct-
(muito, feito), de la diptongación ante yod /uellos, tiengo), ode ciertas
formas verbales, como las del verbo ser, y léxicas.
Otra variante indica que estas
glosas no están escritas en castellano medieval sino en navarro-aragonés
antiguo… además de una pocas palabras en idioma
vascuence.
No obstante, los investigadores riojanos
Claudio y Javier García Turza han realizado estudios sobre el códice 46, también encontrado en la
biblioteca de Yuso, que aparece fechado, 13 de junio de 964… El códice 46 es un
diccionario enciclopédico con más de 20.000 entradas ordenadas de
La Real Academia de la Historia
acaba de acoger la presentación del Códice
31 de San Millán de la Cogolla, un estudio filológico y edición crítica de
un manuscrito emilianense del monasterio de Yuso, en San Millán de la Cogolla
(La Rioja)
Javier y Claudio García Turza,
presentes en el acto junto a Gonzalo Anes, director de la Academia de la
Historia, son los investigadores autores de este estudio, que aporta valiosos
conocimientos idiomáticos sobre el castellano de hace más de un milenio...
El Códice 31, uno de los siete glosarios hispánicos de los siglos X y
XI que se conservan en España, ofrece datos, fenómenos y aspectos lingüísticos,
tanto del latín medieval, como del tardío y vulgar, así como textos en lengua
romance, “valiosos para el conocimiento del resto de lenguas hispánicas y
románicas”.
El profesor García Turza señaló que
este glosario, “o diccionario que aclara, por ejemplo, formas verbales
variopintas y difíciles”, tiene 13.706 artículos, “y contendría más si no fuera
porque letras como la ‘a’ o la ‘c’ aparecen mutiladas”...
En su elaboración se usaron
diversos lexicones, como glosas relacionadas con el Liber Glossarum, artículos
procedentes de los glosarios Abstrusa, además de otros vinculados a repertorios
bíblicos e incluso médico-botánicos. Todos estos aspectos distinguen este
manuscrito de otros glosarios hispánicos.
Además, aporta más datos que el Códice 46... ya
que resuelve problemas etimológicos y contiene “variantes fonológicas, pero no
gramaticales, lo que confirma esa unidad del español que defendemos los
lingüistas”. El glosario, que contiene “un cúmulo importante de vasquismos y
arabismos”, apenas se refiere a aspectos sintácticos, “aunque sí a léxicos y
morfológicos”, comentó García Turza, orgulloso de haber descubierto gran
cantidad de palabras con modificaciones del latín culto por la influencia de la
lengua romance.
De … finales del siglo XI (hacia 970)
se conservan las Glosas Silenses,
una de las primeras muestras del castellano escrito y que, como en el caso de las
Emilianenses, son comentarios aclaratorios en romance sobre textos latinos, en
este caso, del Homiliario de Silos, en las que se plasma por escrito el idioma
que era habitual utilizar en la vida común. Las glosas romances se hallan en
tres manuscritos de Silos. Uno de ellos, que transmite las cuarenta homilías
sobre el evangelio, lleva una pequeña serie de cinco glosas, tres de ellas
romances, que posiblemente puso un monje poco ducho en el conocimiento del
latín, a finales del siglo XI. Unos años después otro monje escribió 18 glosas
romances que aclaraban algunas palabras de la perícopa evangélica de la pasión,
en una escritura mezcla de visigótica y carolina. Pero la serie más importante
de glosas romances en los manuscritos de Silos es la que universalmente se
conoce estrictamente como Glosas Silenses. Son las del citado Homiliario
de Silos, que actualmente se conservan desafortunadamente en un museo
de Gran Bretaña, pues fueron vendidas tras el expolio al que se sometieron las
tierras castellanas tras la desamortización de Mendizábal, y que se constituyen
junto a las Emilianenses como uno de los principales testimonios escritos del
castellano.
Significación de las Glosas Emilianenses. Alonso Zamora Vicente.
Secretario Perpetuo de
…Nos encontramos con una lengua
hecha totalmente al revés que sus hermanas, el francés y el italiano. Es una
lengua que no sabe de salones, que está hecha de abajo arriba. Se va imponiendo
en su historia como la obra de todos, colectivamente, en quehacer común, el del
pueblo, y al decir pueblo no quiero decir plebe, que es otra cosa, digo pueblo,
la organización sociocultural en la que todos entramos, donde habita por igual
el prelado, el noble de sangre, el artesano, el villano, el sometido, el
delincuente, el santo… Una lengua que alcanza sus cimas expresivas sin otra
ortopedia que el “escribo, como hablo”,
que defendía Juan de Valdés, o el “buen
gusto” de la reina católica…
Este anónimo glosador es un monje
que probablemente no tiene el castellano como lengua materna. Desliza voces de
claro aire aragonés, con las oclusivas sordas sin sonorizar; no está muy seguro
todavía en lo que a las vocales finales se refiere. Su peso latinizante le hace
respetar siempre la “f” inicial latina, pero es muy probable que le llamara, y
mucho, la atención el que muchos hablantes no la pronunciaran, y quizá eso
fuese ya para él un testimonio de vulgarismo intolerable; tiene las formas
arcaicas del artículo y diptonga algunas formas del verbo ser, (que ya aparece invadido por sedere), como solían hacer los mozárabes en muchos sitios. Ha
dejado escapar entre sus Glosas algunas en vasco, y en un vasco algo
dificilillo, que participa de caracteres de varias variantes de esta lengua. En
fin, se tiene la impresión de estar oyendo a un mozárabe que se empeña en
adiestrarse en un latín olvidado…
…Lo que el monje anónimo está
haciendo no es otra cosa que escribir lo que habla. Palabra romance, familiar,
o basca aún más familiar…
La
guerra del castellano. 29-10-1978. Manuel Pereda de la Reguera. Arriba
Artículo publicado en el diario Alerta
de Santander el 29 de Octubre de 1978, que lleva por título el de Según
don Manuel Pereda de la Reguera, las Glosas Emilianenses no son castellanas,
sino el único escrito conservado de una lengua romance. Y como
subtítulo: Mañana se clausuran los actos
conmemorativos del nacimiento del castellano escrito, en Burgos.
***
Si la polémica parlamentaria acerca
del castellano parece haber
encontrado la fórmula para redactar tan conflictivo capítulo constitucional, la discusión de los orígenes de esta lengua
puede plantear otra no menos ardua polémica fuera del marco de la Constitución.
El presidente del Ateneo de Santander, don Manuel Pereda de la
Reguera, está dispuesto a tirar de la manta cuando, precisamente, el próximo
lunes se va a celebrar la clausura oficial de los actos conmemorativos del
milenario de la lengua castellana, que a lo largo del año se han venido
celebrando.
Hace ya tiempo, siendo el señor Robles Piquer (cuñado de Fraga
Iribarne) ministro de Educación, recibió éste una propuesta del señor Pereda para proceder a la celebración
del Año Mundial del Castellano, un
ambicioso proyecto que en seguida contó con la aprobación del director general
de Bellas Artes. No menos favorable acogida encontró la idea más allá del
océano, puesto que el Gobierno de la República de San Salvador, a propuesta de
aquel Ateneo, publica un decreto por el que se
proclama dicho Año Mundial del
Castellano.
Así las cosas, según el señor Pereda, éste siguió haciendo sus gestiones a título personal, considerando siempre
que Santander es la auténtica cuna de esta lengua CUYOS ORÍGENES BIEN PODEMOS
ENCONTRAR HACE DOS MIL AÑOS.
El proyecto siguió adelante pero
del contacto establecido entre Santander,
Burgos y Logroño, esta última provincia quiso celebrar el
milenario del idioma tomando como punto de referencia las glosas emilianenses
que, en todo caso, no constituirían sino la aparición del primer documento
escrito en lengua castellana. Burgos ha matizado esta cuestión,
aludiendo no al milenario de la lengua, sino al milenario de la lengua escrita.
La cosa no queda ahí. Es ahora
cuando siguiendo el acuerdo tomado según el cual Logroño organizaría los primeros actos conmemorativos -que contaron
con la presencia del Rey-, para seguirle Burgos
-donde el lunes se celebrarán los ya mencionados- y Santander, en fin..., cuando
el señor Pereda de la Reguera pone en tela de juicio los fundamentos de tales
conmemoraciones; es decir, no los referentes a Burgos y Santander, que estarían
totalmente justificados, sino los de Logroño que, en su opinión, no están
tan claros.
LO DE LOGROÑO, AFIRMA, HA SIDO UNA ESCENIFICACIÓN ZARZUELERA CON POCA
CONSISTENCIA. Esto lo ha montado una orden religiosa que posee los monasterios
de Yuso y Suso. En este último apareció el códice, pero la celebración ha
tenido lugar en el de Yuso, que es lo que le interesaba a la comunidad, puesto
que de este modo se ha visto favorecida con mejoras. Pero es más, las glosas
silenses que se conservan en el Museo Británico, bien pueden ser anteriores a
las glosas emilianenses de Logroño, MIENTRAS QUE EN LEÓN HAN APARECIDO TEXTOS
EN CASTELLANO ANTERIORES A ÉSTAS.
Por otra parte y según los estudios realizados por don Manuel Pereda
de la Reguera, las tan traídas y llevadas glosas emilianenses no son
castellanas sino que estarían entroncadas con Aragón y Navarra, ajenas al
castellano.
***
Ribero-Meneses: El caso es que Pereda de la
Reguera fue certero al intuir que Cantabria
era la matriz de España, del mismo modo que se mostró lucidísimo al arremeter contra las pretensiones de La Rioja respecto a la génesis del Castellano, defendiendo a brazo partido que había sido su región
la que había acuñado la lengua hoy común a todos los Españoles. ...vengo a
descubrir que hace cerca de 30 años,
se libró una guerra similar a la que hoy vengo dirimiendo y que ya entonces
tuvo a los mismos protagonistas que hoy comparten la palestra de la competencia por alzarse con el título de matriz
del Castellano: Cantabria,
Burgos...y la inevitable Rioja.
Observaciones: Arriba
1º Se ha “politizado” el tema de
las Glosas aplicando localismos de hoy a situaciones de hace 1.000 o más años.
Todos quieren arrimar el ascua a su sardina y, así tener un documento “notarial”
en que hacer nacer o constar su “lengua”, sus costumbres y, especialmente, sus
“reivindicaciones”. Todos queremos ser históricos y, cobrar por ello.
2º Actualmente se abre paso el
consenso entre los especialistas en que las pizarras visigóticas pueden
considerarse la primera manifestación del romance escrito (siglos VI al VIII).
De momento, pues futuros hallazgos pueden hacer retroceder nuevamente dicha
manifestación. Ello vacía de contenido las “rivalidades” por las Glosas y, el
lugar del “nacimiento” del castellano.