El FRAUDE de la cuna riojana del Castellano
Sumario
Los mayores
descubrimientos científicos de autor conocido:
Sumario de Ilustraciones: (Dibujos Lola
Castillo y María Dolores R. Gómez)
Introducción. Una impugnación sin
precedentes
III. Las
anodinas Glosas emilianenses
VI. Lengua
Castellana, que no Española
VII. La
extinción del habla Montañesa
VIII. La
Latina, una lengua que nació muerta
IX. Una
cuestión previa: la cuna de Europa
XI. "Hablo
Hispano, no Romano"
XII. "La
lengua Española nunca fue la Latina"
XIII. Grecia
e Italia, hijas de Hiberia
XIV. El
Tribunal Supremo a escena
XVI. Los
Llionesistas arremeten
XVII. Una
victoria moral: la respuesta del Supremo
XVIII. Un
ilustre y olvidado precursor
XXIII. Hablaban
romance, escribían en latín
XXIV. El
"acta de defunción" del Latín
Apostillas al Esquema de las consonantes
XXV. Una
excursión en La Sepulvedana
XXVII. Y
cambió el Gobierno...
Una temprana propuesta a Zapatero
Propuestas concretas en relación con la nueva política sugerida respecto
a las lenguas del Estado
XXVIII. La
mayor alcaldada del siglo
XXIX. Compinchados
con La Rioja
Un descubrimiento trascendental: la escritura no nació en Asia sino en el
Occidente de Europa
1. Exposición de los hechos y
antecedentes:
2. El papel arbitral del Consejo
de Europa:
3. Tercermundismo cultural
europeo:
4. Denuncia por prevaricación:
6. "Gran Itinerario Cultural
Europeo":
7. El principal responsable del fraude:
Epílogo. Como homenaje a Manuel
Pereda de la Reguera
El cuadro que preside y
ennoblece la portada de este libro, fue pintado por su autor, el pintor
marsellés Antoine Arlandis, en la
tarde del 11 de Marzo del presente
año 2004, tras tener noticia de la
masacre perpetrada en tres estaciones de ferrocarril de Madrid y de sus
aledaños. Ha sido deseo de su autor que este extraordinario cuadro sirva de
pórtico para este libro que él, como se leerá más adelante, ha contribuido a
construir, siendo también su propósito donarlo a la Comunidad de Madrid.
Jorge Mª Ribero-Meneses
Filólogo,
Etnólogo y Prehistoriador
LA PREHISTORIA
DEL
PENSAMIENTO HUMANO
-Enciclopedia sobre los orígenes de
la Humanidad racional-
-Obras
consagradas al descubrimiento de la primera palabra hablada y escrita-
1. La primera palabra
(Libro de introducción)
2. La
"A": al pie de la letra
3. La primera
palabra escrita
(El origen de la escritura)
4. La primera palabra hablada
(El origen del lenguaje)
5. La primera palabra sagrada
(El origen de los dioses)
6. La primera imagen
(El origen del arte)
1463. Imprenta de caracteres móviles |
J.
Gutenberg. Alemania |
1492. Descubrimiento de América |
C.
Colón. España |
1530. Restauración
heliocentrismo |
N.
Kopernik. Polonia |
1540. Circulación de la
sangre |
M.
Servet. España |
1679. Leyes de la gravitación |
I.
Newton. Reino Unido |
1687. Máquina a vapor |
D.
Papin. Francia |
1735. Técnica de la fuente de coque |
A.
Darby. Reino Unido |
1745. Tejedora
|
J.
Vaucanson. Francia |
1772. Oxígeno |
C.
Scheele. Suecia |
1780. Pila eléctrica |
L.
Galvani. Italia |
1783. Gas del alumbrado |
J.
P. Mincleleers. Bélgica |
1802. Fotografía |
Th.
Wedgwood y J. Niepce |
1831. Inducción
electromagnética |
M.
Faraday. Reino Unido |
1858. Avión
|
C.
Ader. Francia |
1865. Leyes de la herencia |
J.
Mendel. Austria |
1870. Producción energía
eléctrica |
Th.
Alba Edison. E.E.U.U. |
1876. Teléfono
|
Grey
y Bell. E.E.U.U. |
1884. Vacuna contra la rabia |
L.
Pasteur. Francia |
1886. Motor de explosión |
C.
Benz. Alemania |
1895. Rayos X
|
X.
Roentgen. Alemania |
1898. Polonio y radio |
Matrimonio
Curie. Francia |
1905. Teoría de la
relatividad |
A.
Einstein. E.E.U.U. |
1908. Superconductividad |
K.
Onnes. Holanda |
1922. Polimerización |
H.
Staudinger. Alemania |
1926. Televisión
|
J.
L. Baird. Reino Unido |
1928. Penicilina
|
A.
Fleming. Reino Unido |
1939. Fisión nuclear |
O.
Hann y F. Strassmann |
1947. Transistor |
W.
Shockley, J. Bardeen y W.
H. Brattain. USA |
1951. Láser
|
C.
H. Thownes. USA |
1953. Estructura del ADN |
F.
Crick. Reino Unido J.
Watson. USA |
1958. Pulga informática |
Saint
Claim Kilby. USA |
1964. Código genético |
R.
W. Holley y H. Khorana (USA), W. Nierenberg (R.U.) |
1969. Llegada del hombre a la
Luna |
USA |
1984. Cuna del homo sapiens |
Ribero-Meneses.
España |
2004. Origen del lenguaje |
Ribero-Meneses.
España |
2004. Origen de la escritura |
Ribero-Meneses.
España |
En cosas tan antiguas y tan
cerradas,
no es razón obligar a los que
escriben
a que pongan la verdad ante los
ojos.
Y así, debe bastar
que muestren della las cenizas.
(Miguel Martel, De la fundación de Soria
y del origen de los doze linages)
Hombres en sangre ilustres i tenidos en la
prudencia por cuerdos, en la virtud
por únicos i en las ciencias por maestros
(...) llegaban a un punto de extrema ceguedad,
causando un daño irreparable a la Historia
i a las Letras. Por donde se ve que
no son bastantes los estudios,
no el claro
ingenio ni las ciencias para
formar
la sabiduría en el hombre, sino
sacar
el entendimiento de las cárceles
en que está
aprisionado desde la niñez,
limpio de la corrupción i del
veneno que
bebió en las doctrinas del
vulgo, i en
la ignorancia de sus padres y
maestros
(Adolfo de Castro, Historia de los Judíos en España
desde los tiempos de su establecimiento. Cádiz
1847)
Jorge Mª Ribero-Meneses
El FRAUDE
de la cuna
riojana del
Castellano
Las
raíces del Castellano y de las
lenguas Romances, documentadas arqueológicamente
en Cantabria, hace 40.000 años
Edita:
FUNDACIÓN
DE OCCIDENTE
en coedición con:
Revista
LOS CÁNTABROS ZARZUELO-SIHURO
Editor
Edición
inscrita en el Registro de la
Propiedad
Intelectual
Queda
prohibida su reproducción
total
o parcial, así como la utilización de
cualquier
parte de su contenido,
sin
mencionar la fuente.
-Octubre
2004-
Las poblaciones y monumentos que ilustran las
páginas de este libro se hallan integradas en el trazado de la
Ruta de Occidente
-el más extenso itinerario
turístico-cultural del continente europeo-
Sus dibujos han sido realizados
por las artistas santanderinas:
Lola Castillo y
María Dolores R. Gómez
a Eskopetín
y a dos Colegios Públicos que me son
especialmente queridos a través de ella:
Santa Catalina de
Majadahonda y
San Sebastián de El Boalo
- Soneto 1290 -
A la vera del mar busco el consuelo,
que no logro encontrar
en otra parte:
no pueden ya mis dedos modelarte,
perderse entre tu piel
de terciopelo.
Recorro, sí, tu piel
con todo celo
y torpe en mi obsesión
por encontrarte,
me debo conformar con
recordarte,
con verte en el espejo
de mi anhelo.
Sabiendo que no puedo
moldearte,
se quedan mis caricias
suspendidas,
siguiendo tu perfil, mas
sin hallarte.
Por mucho que lo
intentan, atrevidas,
no logran, no, mis manos
recrearte,
quedándose a mis penas
adheridas.
(Julio 31, 2004)
- Soneto 1384 -
Te has convertido, amada, en gaviota
y en la playa, del vuelo
reposando,
hoy te encuentro, mis
pasos esperando,
frente al mar,
contemplándola devota.
Que eres tú, tu mirada
lo denota,
pues me observas muy
tierna, casi hablando,
y a la vez que mis ojos
vas mirando,
noto, sí, cómo tu alma
se alborota.
Se ha hecho ave, mi
amada, para verme,
me he hecho brisa, yo en
cambio, para verla,
y poder, a su amparo, recogerme,
mientras gozo el
delirio de tenerla,
de encerrarme en sus
ojos, de esconderme,
temerosos los míos de
perderla.
(Octubre
25, 2004)
Hitos de la Ruta de Occidente...
0.
Real Sitio de La Granja de San Ildefonso (Segovia)
1. Ciudad
de Frías (Burgos)
2. Oña (Burgos). Monasterio de San Salvador
3. Valle de Tobalina (Burgos). Puente sobre el Ebro
4. Covarrubias (Burgos)
5. Camaleño (Cantabria). Monasterio de Sto. Toribio de Liébana
6. Gaubeako / Val-de-Gobía (Álaba). Imagen de N. S. de Angosto
7. Espinosa de los Monteros (Burgos). Palacio de Chiloeches
8. Coruña del Conde (Burgos). Ciudad celtibérica de Klunia
9.
Hortigüela (Burgos). Monasterio de San Pedro de Arlanza
10.
Ayllón (Segovia). Torre Martina
11.
Atienza (Guadalajara). Arrebatacapas
12.
Castrillo del Val (Burgos). Monasterio
de San Pedro de Cardeña
13.
Peñaranda de Duero (Burgos). Plaza
Mayor
14.
La Vid y Barrios (Burgos). Imagen
de Santa María de La Biz
15.
Turégano (Segovia). Castillo
16.
Medinaceli (Soria). Arco de Triunfo
17.
Almazán (Soria). Puerta del Mercado
18.
Berlanga de Duero (Soria). Castillo
19.
Condado de Trebiño (Burgos). Iglesia
de San Bizentejo
20.
Medina de Pomar (Burgos). Castillo-Palacio
de los Belasco
21. León. Convento del antiguo Hospital de San Marcos
22.
Astorga (León). Palacio Arzobispal
23.
León. Antiguo monasterio de San Miguel de Eskalada
24.
Sierra de Ateleno (León). Ant.
monasterio de Santiago de Peña Alba
25.
Sigüenza (Guadalajara). La Catedral vista desde la Calle Mayor
26.
Santillana del Mar (Cantabria). Palacio
de los Belarde
27. Cabezón de Liébana
(Cantabria). Monasterio de Piaska
28.
Samos (Lugo). Monasterio de San Julián
29.
Celanova (Ourense). Monasterio de Celanoba
30.
Comillas (Cantabria). "El
Capricho" de Gaudí
31.
Lebeña (Cantabria). Virgen del ant. monasterio de Santa María
32.
Soria. Claustro
del ant. monasterio de San Juan de Duero
33.
San Esteban de Gormaz (Soria). Iglesia
de El Ribero
34.
Valbuena de Duero (Valladolid). Monasterio
de San Bernard0
35.
El Burgo de Osma (Soria). Pórtico
de la Catedral
36.
Bribiesca (Burgos). Iglesia de Santa
María
37.
Bribiesca. Ayuntamiento y Plaza Mayor
38.
Merindad de Val-d´Ibielso (Burgos). San Pedro de Tejada
39.
Aranda de Duero (Burgos). Iglesia
de Santa María
40.
Valle de Losa (Burgos). Iglesia
de Colina de Losa
41.
Trebiño (Burgos). Imagen de La Virgen Blanca
42. San Roque de Río-Miera
(Cantabria). Ermita de la Virgen de los
Dolores
43.
Merindad de Val-de-Porres (Burgos). Puente-Dey
44.
Castañeda (Cantabria). Colegiata de Santa María de Kastañeda
45.
Moarves de Ojeda (Palencia). Pórtico
de la Iglesia
46. Gormaz (Soria). Ciudadela
47.
Caltojar (Soria). Ermita de San Baudelio de Berlanga
48.
Valpuesta (Burgos). Colegiata de Santa María de Val Komposita
49. Villa-Toro (Ávila). Ruinas del castillo
50.
Villa-Nueva del Campillo (Ávila). Berraco gigante procedente de la ciudad karpetana de Zorum Narbasorum
51. Carcastillo (Nabarra). Monasterio de la Oliba
52.
Cossío (Cantabria). Portalada
53.
San Miguel de Gormaz (Soria)
54.
Covarrubias (Burgos). Tríptico
de la Colegiata
55.
Vitoria. Plaza de la Virgen Blanca
Gráficos:
1. Esquema
de la derivación de las consonantes o Árbol genealógico del alfabeto
2. Amuleto
púbico con la primera palabra conocida, descubierto en la Cueva del Castillo de la población
cántabra de Puente Biesgo
3. Reconstrucción
del diseño del amuleto precedente
4. Alfabeto
lepóntico de Golasecca
5.
Tabla comparativa de los alfabetos ibéricos,
fenicio, griegos y latino
6
al 9. Gráficos
sobre el origen del alfabeto
incluidos en la obra del arqueólogo alemán Waldemar
Fenn: "Gráfica prehistórica de España y el origen de la cultura
europea" (Mahón, 1953)
Como
virtual colofón a siete años de asidua colaboración en las páginas del diario Alerta de Santander -a través de mi
página dominical De los nombres de Cantabria-, allá por los primeros días del
mes de Octubre del año de gracia de
2002, decidí emprender, completamente solo, la más osada e importante de todas
las acciones en pro de la Cultura
que he afrontado a lo largo de mi ya preocupantemente dilatada vida: trasladar
a Europa mi larga lucha en contra de
la aberración urdida con el fin de consagrar a La Rioja como cuna de la
lengua castellana. Agotadas, pues,
en España, todas las posibilidades de obtener la atención de las personalidades a las que reiteradamente
me había venido dirigiendo, sólo me quedaba ya la opción de destapar la caja de los truenos, sacando
el asunto fuera de nuestras fronteras y reclamando la intervención, in extremis, de aquellos Altos
Organismos Internacionales de los que, a priori, podía esperarse una actitud ecuánime y un análisis
objetivo y ponderado de los argumentos en los que me fundo a la hora de etiquetar el asunto de la cuna riojana del Castellano, como un fraude,
como un caso paradigmático de corrupción
política, como un atentado sin
precedentes contra la verdad histórica, como una burla a la Ciencia y, por último, como la enésima demostración de prepotencia política.
Sí, seguir llamando a la puerta de la Real Academia de la Lengua Española, de
la Ministra de Cultura de turno o
del endiosado Presidente del Gobierno
que, con sus bendiciones, había hecho posible el disparate, suponía una pérdida
lamentable de tiempo. Había que llegar bastante más arriba y dar un aldabonazo
en Europa lo bastante sonoro y
contundente como para que su eco se proyectase por toda España, dejando escandalosamente en entredicho a cuantos, en la
mayor impunidad y desde la más depurada de las prepotencias, habían decidido
que la lengua castellana naciera en el Monasterio riojano de San Millán de la Cogolla, sencillamente
porque ellos así lo habían decidido y porque, literalmente, les salía de las narices.
He dicho que decidí coger el toro de la cuna riojana
por los cuernos, completamente solo, pero sería injusto si no recordase a las
dos personas que ejercieron de confidentes
míos a lo largo de los dos meses que precedieron a mi contundente aldabonazo europeo, habiendo estado
luego permanentemente a mi lado en aquella aventura, que tan brillante final
tuvo pero que podría haber acabado como el
Rosario de la Aurora. Y estoy hablando de mi mujer, oculta para la ocasión
bajo uno de los epítetos cariñosos con los que la denominaba, Eskopetín,
así como de un ya viejo y queridísimo amigo francés, el pintor marsellés Antoine Arlandis. Porque si éste
realizó brillantemente, en Francia y Luxemburgo, todas las gestiones previas
que exigía una acción como la que pretendía llevar a cabo, aquella estuvo
entrañable e inseparablemente a mi lado a lo largo de todo el proceso que se
iniciara un día del mes de Agosto del año antedicho y que tuviera su epílogo
(provisional) en el momento en que, ocho meses más tarde, me vi obligado a
elevar al Tribunal Supremo mi
denuncia del affaire del Castellano.
Más tarde hablaré extensamente sobre este punto.
Me resulta difícil impedir que se me humedezcan los
ojos, cuando recuerdo aquellos dos meses trepidantes, previos a la
materialización de mi secretísima impugnación ante la UNESCO y el Consejo de Europa.... Me resulta imposible no emocionarme cuando
veo a Eskopetín en el establecimiento de fotocopias de Valladolid,
preparando conmigo los dossiers en
cartulina azul que queríamos entregar a los medios de comunicación que
asistiesen a la conférence de presse
que pensábamos celebrar y de hecho celebramos en París un día después de
presentar mi impugnación... No puedo olvidar sus atenciones y su sonrisa,
constantes... Ni los pormenores entrañables de aquel viaje irrepetible...
Tampoco, la monumental gripe que contraje en el viaje de regreso de París,
consecuencia inevitable del agotamiento físico que supuso para mí la redacción
y edición -en dos semanas- del libro presentado a la UNESCO, así como del propio frenético viaje que siguió unos
instantes después de terminado el libro. Como dato anecdótico diré que concluía
yo la redacción e impresión del libro, en mi domicilio de La Granja de San Ildefonso,
el martes día 8 de Octubre a las 16, 15 horas, y que un taxi nos aguardaba a Eskopetín
y a mí a la puerta de casa un cuarto de hora más tarde, para conducirnos hasta
Valladolid. Dos horas después nos hallábamos en la imprenta digital que
confeccionó los cinco ejemplares del libro en cuestión, que debían acompañarnos
en el viaje. Y sólo minutos antes de que el Talgo
Madrid-París se detuviera en la estación de Valladolid -hacia las nueve de la
noche-, salíamos de la imprenta con los libros ya ultimados y con los dossiers que les acompañaban. En las
horas siguientes pudimos relajarnos un poco, pero tampoco demasiado, porque
hacia las dos de la madrugada, aprovechando unos minutos de parada del tren en
la estación de Hendaya, me apeaba yo
de mi cama-litera para recortar mi pobladísima e impresentable barba.
Trabajando a destajo como había estado a lo largo de las semanas precedentes,
me había sido del todo punto imposible encontrar un momento para mejorar mi aspecto y, por otra parte,
apenas llegados a París, Antoine
Arlandis nos esperaba en su Mercedes
Benz para trasladarnos hasta Luxemburgo. No había tiempo, pues, para
desayunar y muchísimo menos para adecentar mi selvática barba.
Queden estos datos para la pequeña historia de una acción cultural que no tenía
precedentes ni en España ni en ningún otro país del mundo y merced a la cual
había de quedar desenmascarada para siempre, la que yo gusto de denominar, la aberración
emilianense. Puesto que no merece otro calificativo la aberrante
lectura que un puñado de filólogos ha
hecho de una libreta de glosas
conservada en el monasterio riojano de San
Millán de la Cogolla y a la que una camarilla de pésimos lingüistas y de
avispadísimos políticos decidieron convertir en acta fundacional de la lengua castellana. De una lengua que como
vengo afirmando desde hace dos décadas y como ahora puedo demostrar con pruebas arqueológicas irrefragables,
hunde sus raíces nada menos que en los
albores del Paleolítico cantábrico... Pero de todo esto hablaremos más
adelante, porque siguiendo el hilo del discurso, lo que ahora tocaría sería
hablar del contenido de la impugnación
que presenté ante los dos altos organismos mencionados y que, como también he
apuntado, se hallaba refrendado por un enjundioso libro que me vi obligado a
escribir en quince días por mor de la fecha límite que se nos había señalado en
Luxemburgo para hacer entrega de toda esa documentación.
He aquí, pues, el texto que servía de encabezamiento
a toda la profusa argumentación científica que servía de fundamento para mi
impugnación y que ningún filólogo europeo... o de allende, ha podido ni podrá
jamás desmontar:
En mi calidad de filólogo y prehistoriador, antiguo profesor de la Université Libre de Bruxelles, promotor del Ministerio español de Cultura (1976), de la Joven
Orquesta Nacional de España (1977), del proyecto de Fundaciones Culturales Públicas (1975) y del primer movimiento
español de defensa del Patrimonio
Histórico-Artístico (Arte
en Peligro, Barcelona, 1973), autor, además, de más de un centenar de
libros, integrados la mayoría en La Prehistoria del Pensamiento Humano (Enciclopedia sobre los orígenes de la
Humanidad racional), los días 9 y 10 de Octubre del año 2002 en curso, hago
entrega a los departamentos correspondientes de la UNESCO y del Consejo de
Europa, en sus sedes de París y de Luxemburgo, tres propuestas distintas cuyo denominador
común es el de solicitar el amparo y protección de ambos Organismos para las
lenguas de la región cantábrico-pirenaica en la que localizo la cuna del
lenguaje humano. El hecho de que algunas de esas lenguas se hallen en vías
de desaparición y la necesidad de estudiar el inconmensurable legado cultural
que para toda la Humanidad constituye el tesoro lingüístico que aún perdura en
el lenguaje y en la nomenclatura geográfica del Norte de España y del Sur de Francia, me han decidido a dar este
paso sin precedentes, por entender que las doce
lenguas que todavía perduran en dicho ámbito geográfico -y entre las cuales
se cuentan, como más arcaicas, la Baska
y la Montañesa o Cántabra- configuran el más antiguo y
por ende importante Patrimonio Cultural
e Histórico de la Humanidad.
Solicito de la UNESCO que asuma el Patronazgo sobre
todas esas lenguas, ejerciendo la tutela sobre las mismas y velando por su
salvaguarda, así como instando a los Gobiernos respectivos de Francia y de España a que emprendan cuantas acciones sean necesarias para legar
a la posteridad un Patrimonio
Lingüístico que constituye un tesoro
inapreciable, no sólo para estos dos países sino para toda la Humanidad.
Las tres propuestas concretas
que he presentado a esos dos Altos
Organismos -y a las que acompaña, como fundamento de las mismas, mi libro La
región Cantábrico-Pirenaica, cuna del lenguaje humano- se centran en
estos tres asuntos:
1. Declaración como Patrimonio Inmaterial de la
Humanidad de las doce lenguas habladas en la región cantábrico-pirenaica y
entre las que se incluyen, como hijas suyas, las lenguas Francesa, Castellana y
Portuguesa.-
Esas doce lenguas son: Galaico-Portuguesa / Bable-Lleunesa /
Montañesa-Palentina / Castellana
/ Euskera o Baska
/ Fabla Aragonesa /
Occitana / Francesa
/ Aranesa /
Catalana / Provenzal
/ Kaló (o hispanogitana).
La declaración de Patrimonio de la Humanidad debería ir
acompañada de un fomento de las investigaciones sobre los verdaderos orígenes
de todas esas lenguas, todas ellas de carácter autóctono y cuyas raíces se encuentran, por lo tanto, en el área
cantábrico-pirenaica. A este respecto y plenamente consciente del
desconocimiento que existe sobre esta materia, pongo a disposición de la UNESCO y del Consejo de Europa toda mi obra de investigación en la que se prueba
de forma incontestable la primogenitura de las hablas del Norte de España y del Sur de
Francia.
Otros autores se han
acercado a mis conclusiones respecto al carácter prehistórico de las lenguas de la España septentrional y de la Francia
meridional, aunque habiendo limitado sus observaciones a la lengua Baska. Uno de esos autores, Juan Parellada de Cardellac, escribe lo
siguiente en su libro editado en Francia, La lumière, vint-elle d´Occident?:
El éuscaro es una lengua
paleolítica que no procede de ninguna parte sino que es autóctona. La lengua
vascuence, como lengua prehistórica, constituye el monumento lingüístico más
arcaico de Occidente, cuya conservación incumbe tanto a Francia como a España.
Sólo una corrección
cabría hacer a estas lúcidas palabras: la
lengua Baska y sus hermanas cantábricas configuran el monumento
lingüístico-histórico-cultural más antiguo del mundo.
2. Demanda de amparo para las lenguas Montañesa
y Kaló, en vías de desaparición.-
La lengua Montañesa se ha hablado hasta hoy en el
ámbito de la antigua Cantabria,
compartida por la comunidad de este nombre y por las provincias septentrionales
de Castilla. La absoluta
indiferencia de las instituciones de estas dos regiones, ha conducido a la
virtual desaparición de dicha lengua, hermana de la Euskera o Baska y precedente directísimo de la lengua
Castellana (o Española). Lo que ofrece una idea de la gravedad y
trascendencia que entraña su pérdida.
La lengua Kaló, hablada en otro tiempo por los
Gitanos españoles, tuvo su cuna a orillas del Cantábrico y se halla estrechamente hermanada con la Baska. Cerca de veinte años de
investigaciones exhaustivas sobre el origen del lenguaje humano, me han
conducido a la conclusión de que las lenguas Baska y Kaló, por este
orden, son las lenguas más arcaicas y, por ende, más valiosas del planeta,
siendo las más cercanas al habla
primigenia en la que se encuentra la raíz de todas las lenguas habladas en
el mundo. Nadie ha concedido hasta hoy la menor importancia a la lengua Kaló, tradicionalmente valorada como
una simple jerga. Lo que ha conducido a su virtual desaparición.
3. Impugnación del Camino de la Lengua creado por el Estado español y que se halla
pendiente del reconocimiento de la UNESCO, aportando a este Organismo nuevos
datos y argumentos filológicos que demuestran que las Lenguas Romances nacieron
entre las costas cantábricas y los valles de la cabecera del Ebro.-
Junto a otras muchas
pruebas que respaldan mi impugnación y que incluyo en mi libro La
región Cantábrico-Pirenaica, cuna del lenguaje humano, anexo a la
presente, aporto a la UNESCO una serie de documentos medievales que demuestran que la Lengua Castellana,
estrechamente emparentada con la Baska, no nació en el siglo XI en La Rioja
como el Estado español pretende, sino en época muy anterior y en la región
antedicha.
****
Hasta aquí el texto que sirviera de Introducción para mi feliz impugnación
del fraude consumado por el Gobierno
de La Rioja, al alimón, entonces, con el Gobierno de la Nación. Hasta aquí ese
primer episodio de una historia que viene escribiéndose desde hace dos años y
de la que la publicación de estas páginas no constituye sino un episodio más,
ojalá que el último. Una historia que considero sumamente ejemplarizante, en todos los órdenes, y que debido a ello he
querido contar lo más pormenorizadamente posible.
De toda esa historia trata, por tanto, este libro,
concebido como un relato confidencial
de la forma como han ido desarrollándose los hechos y en el que, a modo de dossier, van a ir quedando recogidos
aquellos documentos, inéditos en su mayoría, que han desempeñado un papel más
importante en lo que inicialmente bauticé como Operación Luxemburgo y,
posteriormente y ante el cariz que tomaban los acontecimientos, como Guerra
del Castellano. Guerra que está muy lejos de haber concluido y en la
que he ganado algunas batallas y he perdido otras. En este caso no por falta de
razón o defecto de estrategia sino porque, desde el primer momento y salvo las
asistencias personales ya comentadas, he debido lidiar este toro absolutamente solo, sin recursos
económicos y sin contar con el apoyo de nadie. Soledad y desasistimiento
absolutos, pues, en este bando,
mientras que en el contrario se ha contado y sigue contando...: 1) con la catarata inagotable del
dinero público...; 2) con el pozo
sin fondo de las aportaciones económicas de las Cajas de Ahorros a las que el
Gobierno de la Rioja ha exprimido a modo y manera y convertido en cómplices de
su aventura...; 3) con el servil
concurso de todos los medios de comunicación hablados y escritos,
incondicionalmente rendidos a la clase política merced a cuyas subvenciones,
ayudas y publicidad subsisten la mayoría de ellos...; 4) con la complicidad impagable de TVE y sus constantes programas de promoción de la patraña emilianense...; 5) con el apoyo incondicional y
absoluto del Estado...; y 6) y para acabarlo de arreglar, con el
respaldo de una larga nómina de Instituciones
Internacionales, encabezadas por la UNESCO
y por el Consejo de Europa.
Pues bien, contra todo ese auténtico universo de
poder, de riqueza y de influencia me he visto obligado a enfrentarme, solo, sin tener de mi parte otro ejército que el de la razón, otros recursos que los de mi
trabajo y esfuerzo personal y otros respaldos que los que las personas
mencionadas, mis lectores y un puñado de Ayuntamientos,
han venido otorgándome en forma de manifestaciones de aliento y de apoyo moral.
En una palabra, una pulga contra un gigante. La lucha más desigual que quepa
imaginar.
De todo esto tratan las páginas de este libro. De
todo esto, sí, y también, aunque en menor medida, de las razones científicas
que me asisten y me respaldan en toda esta causa y que son, a la postre, las
que me indujeron a emprender esta guerra. Lo que quiere decir que
quien quiera conocer mis razones, mis verdaderas armas, deberá afrontar la lectura del montón de libros puramente
técnicos, de estudio, que ya llevo escritos sobre esta materia. Libros en los
que demuestro, hasta la saciedad, dónde,
cómo, cuándo y por qué nacieron
las lenguas denominadas romances. Lenguas entre las que la Castellana
se integra de forma destacada, no sólo por haber alcanzado mayor relieve e importancia
que el resto de sus hermanas sino, sobre todo, por ser la más cercana a la
antigua lengua Cantábrica en la que se hunden las raíces de todas ellas. En
esos libros y en aquellos otros en los que estudio la forma como se produjo el nacimiento del lenguaje y de la escritura,
encontrará el lector la respuesta a todas las preguntas de orden lingüístico que pudiera suscitarle la
lectura de estas páginas. Páginas cuya única pretensión es la de contar cómo se
han desarrollado los principales episodios de la Guerra del Castellano,
poniendo al propio tiempo de manifiesto hasta qué punto pueden llegar la
arbitrariedad, la prepotencia y el cerrilismo de ciertos gobernantes cuando, en
defensa de sus intereses y no de los intereses generales de la sociedad, se empecinan
en que las cosas sean como a ellos les conviene que sean... y no como son en
realidad.
El dinero lo puede todo, acostumbra a decirse. Y es verdad. Lo que
pasa es que, a veces, incluso a ese dinero que, desde el Poder, todo lo domina
y determina, pueden llegar a crecerle algunos enanos que, como el que suscribe, son
capaces de convertir en un calvario la actividad de quienes, desde el pedestal
de su soberbia, rigen a su antojo y capricho los destinos de la sociedad.
Embaucado
por el Gobierno de la Rioja, el Estado español, sin fundamento
científico alguno merecedor de tal nombre y en contra de cuanto las tradiciones
históricas y el sentido común establecen, así como vulnerando gravemente los
derechos y los legítimos intereses de dos regiones españolas -Castilla y León y Cantabria-, consagró en los años finales del segundo milenio la
paternidad de las tierras de La Rioja
sobre la lengua castellana. ¿Con qué
fundamento? Pues con la única y ridícula base que proporciona un ramillete de
términos romances que aparecen escritos, a modo de acotaciones al
margen, en una libreta de ejercicios de traducción de los monjes del monasterio
de San
Millán de la Cogolla. Un texto que no posee fecha alguna y que primero
se dijo databa de la segunda mitad del siglo X, sabiéndose ahora que, en el
cálculo más optimista, podría haber sido escrito hacia la segunda mitad del
siglo XI, en torno al año 1070. Lo
que quiere decir que siendo éste el que se postula como más antiguo documento,
no ya escrito en Castellano sino con
presencia en él de términos de esta lengua, ésa sería la antigüedad de la
lengua castellana escrita, a tenor
de lo que establece la disparatada hipótesis, construida al alimón desde el año
1996, por tres instituciones del Estado: Real
Academia de la Lengua Española, Ministerio
de Educación y Cultura y Gobierno de
La Rioja. Contando, obviamente, con el asesoramiento de varios renombrados
filólogos próximos a la propia Real Academia. Que no con la
anuencia de todos sus miembros, varios de los cuales no dejaron de expresar
tímidamente sus reservas al respecto, al carecer de toda base científica el
hecho de presumir la antigüedad de una lengua por el hecho de que se descubra
un documento (muy moderno, por otra
parte) en el que aparecen escritas varias palabras de esa lengua. Porque cae
por su propio peso que han tenido que existir, necesariamente, otros documentos coetáneos o anteriores en los que
figurasen vocablos castellanos análogos. Cosa no ya probable sino segura,
habida cuenta de que los documentos altomedievales que han llegado hasta
nosotros son una parte minúscula e insignificante de los que se fraguaron por millares en toda la infinidad de monasterios
que por entonces existían en España y, muy especialmente, en la región
constreñida por las aguas del Cantábrico
y del río Ebro en la que se ha
gestado la lengua castellana.
Las más altas instancias culturales del Estado español
estaban obligadas a plantearse la posibilidad de que se descubriera algún
documento más antiguo que las engolada y pomposamente denominadas Glosas
Emilianenses. Porque en el supuesto de que así sucediera -como de hecho ha sucedido-, se haría
necesario desmontar por entero, en honor a la verdad histórica, todo el
complejo entramado que de manera apresurada e interesada habían urdido las
instituciones estatales antedichas, con el fin de acreditar y consolidar la
primogenitura de La Rioja sobre la que originariamente fuera, sólo, la lengua hablada en Castilla. En aquella Castilla que -mucho antes, por
supuesto, de lo que hoy se da por sentado- integrara a la actual Cantabria y a los valles de la cuenca alta del río Hebro que se abren entre la Cordillera y la Subcordillera Cantábricas.
Salvo la de querer asegurarse el nutrido flujo
turístico que se soñaba llegaría a producirse en dirección a la meca
o cuna
de una lengua hablada hoy por 400 millones de personas, no existe otra
explicación o justificación posible a la precipitación con la que -de forma
absolutamente irresponsable- se condujeron las instituciones mencionadas entre
los años de 1996 y 2003, llegando incluso a crear una Fundación estatal cuya misión debía ser
la de allegar recursos económicos que permitieran promocionar esa hipótetica cuna
del castellano, vinculada más tarde, en el colmo de los despropósitos,
a un proyectado Camino de la Lengua cuyo trazado se supeditó, no a la verdad de
los orígenes de nuestra lengua común, sino a los intereses de unos cuantos
Ayuntamientos castellanos cuyas Alcaldías
se hallaban en ese momento (y aún ahora) en poder del Partido Político
responsable de toda esta auténtica barbaridad, sin precedentes en la historia
de la Cultura española y sospecho que de la universal.
Desde su arranque mismo y siempre sin obtener
resultado ni respuesta alguna, he venido denunciando ante la opinión pública y
ante las propias instituciones interesadas, la tremenda inconsistencia del dogma "emilianense" elaborado por cuatro filólogos riojanos y al que, por razones estrictamente políticas,
el Estado español acabó otorgando todos sus plácemes y bendiciones, recabando
incluso el beneplácito del Consejo de
Europa y de la UNESCO para
tamaño despropósito histórico, cultural y lingüístico. ¿Cuál fue la reacción de
ambos Organismos ante la propuesta española?
Los dos Organismos Internacionales cuyo plácet se requirió, ocioso es decir que
se limitaron a dar por bueno cuanto el Estado español les presentó al respecto,
dando por sentado que en España se
habían llevado a cabo las más profundas y exhaustivas indagaciones para
comprobar si la propuesta tenía o no el fundamento científico necesario.
Fundamento y solidez que las instituciones públicas tienen el deber de exigirse
en asuntos de esta magnitud y naturaleza y en los que, más allá de los factores
histórico-culturales, se dirimen otros que afectan a los derechos e intereses
de millones de personas: en este caso, la población entera de las provincias cantábricas en las que naciera la
lengua castellana. Provincias que
tienen todo el derecho del mundo a que se les reconozca esa paternidad, así
como a obtener de ello los beneficios de toda índole que de ello pudieran
derivarse.
¿Qué puede aducir la UNESCO en contra de cuanto un Estado europeo le presenta
consagrando el origen de su lengua común? ¿Qué puede hacer salvo dar por bueno
cuanto las autoridades culturales de ese país le presentan? En esta seguridad y
con esta confianza, presentó el Estado español al organismo internacional
antedicho la Memoria que demostraba
que la lengua castellana (para
Madrid, española) tuvo su raíz en el
Monasterio de San Millán de la Cogolla,
recabando para éste y por este motivo la declaración de Patrimonio de la Humanidad.
Pero el Gobierno de La Rioja, en pleno delirio y
éxtasis de plácemes y de celebridad, no se mostró satisfecho con eso. Quería
más. Necesitaba más... Me explico, necesitaba
explotar, mucho más aún, la bicoca que creía haber descubierto y que pensaba
exprimir hasta sus últimas consecuencias. Y fue entonces cuando la lumbrera
de turno, a sueldo, por supuesto, de los autores del invento, parió la idea
genial de crear un camino de la lengua
que discurriera por los enclaves que a los máximos responsables del Partido Político autor de este esperpento, les saliera literalmente de las
narices. Es decir, un camino aleatorio de la lengua cuyo trazado
no se viera condicionado por la incómoda
servidumbre de recorrer los hitos en los que se gestase la lengua castellana,
quedando sus promotores absolutamente libres para llevarlo por donde les
saliera de..., eso, de las narices.
Porque es de sentido común que al trazar un Camino de la Lengua Castellana, lo suyo no es llevarlo por los
lugares en donde esta lengua naciera y se consolidara, sino por aquellos otros
que, por ser gobernados por Alcaldes de ese
Partido Político, debían verse incluidos en el Camino de marras con el fin de que los munícipes en cuestión se
anotasen un sonoro tanto político, camelando a sus votantes con la patraña de
que la presencia en esa Ruta poco
menos que entrañaba un seguro de prosperidad para los habitantes de aquellas
urbes. Porque hay que decir que todavía en ese momento... y aún hoy, los
promotores de tan desnortado camino
estaban absolutamente persuadidos de que 400 millones de personas iban a
desfilar como corderitos por los lugares en los que ellos habían decidido
establecer los hitos cruciales de la lengua castellana.
¡Bendita ingenuidad! Y no me refiero a la de los corderitos, sino a la de los pastores
que se frotaban las manos pensando en la fortuna que iban a dejar esos 400
millones de corderitos hispanohablantes,
prestos a peregrinar a la cuna y a
las principales sucursales de la
lengua por antonomasia de la Comunidad
Iberoamericana.
¡Qué pena que los dirigentes del Partido Político que propició todo este despropósito, no hubieran
recordado los años de la infancia en los que nuestros prudentes y moralistas
progenitores nos relataban con asiduidad el cuento de la lechera...!
El caso es que los pastores del proyectado Rebaño
de la Lengua, no contentos con la genialidad de su invento y con haber
ganado para él la complicidad del Estado, decidieron ser mucho más ambiciosos y
se plantearon la posibilidad de involucrar en el asunto al Consejo de Europa. Porque, conscientes de la inconsistencia
absoluta de su engendro turístico-cultural y convencidos de que acabaría
viéndose seriamente contestado, entendieron en seguida que la única forma de
obtener esa pátina de autenticidad
que antes sólo otorgaban el tiempo,
la Iglesia y la Realeza, pasaba por conseguir la anuencia de los únicos que hoy son
capaces de convertir en áureo cuanto
tocan: los Altos Organismos Internacionales. Antes se decía aquello de lo dijo Blas, punto redondo. Hoy debemos
modificar ligeramente el aserto y empezar a decir algo así como... lo dijo la Unesco, punto redondo. Y
quien dice la omnisciente UNESCO,
dice ese prestigiosísimo Consejo de
Europa al que me enorgullece haber sido el primer ciudadano europeo que
dedicó un libro que, por cierto,
está revelándose profético: El Parto de
la Cultura o la agonía de la Religión. Hace de ello nada menos que 27
años...
El Consejo de
Europa fue el primer organismo internacional al que acudieron los jerarcas
riojanos, demandando la inclusión de su nonato Camino de la Lengua en la red de Itinerarios Culturales Europeos. Incorporación que efectivamente
obtuvo, después de que el Gobierno de La Rioja, con el solícito concurso de una
Caja de Ahorros riojana, agasajase reiteradamente a los funcionarios europeos
que desde hace un montón de años han venido siendo asiduos invitados del rey de
taifas Pedro Sanz Alonso, señor
feudal de La Rioja. Y ocioso es
decir que no critico a los funcionarios europeos porque se dejasen festejar por
el Gobierno riojano, sino porque su perspicacia fuese tan ínfima como para no
haberse olido que todo aquello era un burdo montaje político-económico. O
porque su nivel cultural fuera tan elemental como para no saber que La Rioja estuvo plagada de moros en el decurso de la Edad Media y que, de haber nacido la
lengua castellana en este período de la Historia, lo habría hecho en
las regiones del litoral cantábrico
en las que la presencia sarracena brilló, venturosamente, por su ausencia.
Aparte de degustar las delicias gastronómicas
riojanas, ¿se preocuparon los funcionarios del Consejo de Europa y de la UNESCO
de contrastar las verdades que, entre
jachipanda y jachipanda (festín en
kaló), les estaban vendiendo los políticos
de aldea del Gobierno de la Rioja, discípulos aventajados de Berlanga y de
su Bienvenido mister Marshall? La
respuesta es patéticamente evidente.
Como tampoco les inquietó lo más mínimo el agravio
que podían inflingir a aquellas otras Comunidades del Norte de España a las que tradicionalmente se había venido
reconociendo como matrices de la lengua castellana y a las que, de un
plumazo y a golpe de decreto europeo, se iba a privar de un título y de unos
merecimientos que no han sido, jamás, cuestionados por nadie.
Lo único que disculpa mínimamente a los funcionarios
europeos a los que me vengo refiriendo y alguno de los cuales, como veremos más
adelante, tiene nombres y apellidos, es el hecho de que para ellos debía
resultar absolutamente impensable que el dossier
que el Estado español había puesto en sus manos, no hubiera sido contrastado ni
sometido al más mínimo análisis crítico. ¿Cómo podían imaginar que los autores
de la propuesta fueran cuatro filólogos
generosísimamente retribuidos y que, como estómagos agradecidos que son, se han
limitado a satisfacer las demandas de la clase política, haciendo oídos sordos
a cuantas voces se han alzado en España para protestar, enérgicamente, contra el tremendo agravio que supone haberle robado
a Castilla el legítimo orgullo de
haber acuñado la lengua que, no por casualidad, lleva su nombre?
Sobre todo este turbio y lamentable asunto versan
las páginas de este libro, primero y único escrito sobre esta materia y en el
que se destapa la verdad respecto a
la forma, no sólo lamentable sino también vergonzosa y punible, como se han
venido conduciendo aquellos que, desde hace siete años y sin que les haya
importado un ápice la verdad y el rigor científico, han venido proclamando a
los cuatro vientos y sin prueba alguna digna de tal nombre, que la lengua castellana nació hace poco más de mil
años en un monasterio riojano, hermoso, sí, pero en el que jamás ha nacido ni
florecido nada, salvedad hecha de una casta espléndida de hombres y mujeres de
la mejor ley y de ese espléndido vino de
Rioja que en torno a él se cultiva y cosecha y con el que tan abundosamente
han regado los políticos riojanos las voluntades de todos aquellos con cuyo
concurso se han visto obligados a contar para hacer realidad sus mendaces
propósitos.
El próximo lunes día 22 de Noviembre
Antiguo profesor de la Universidad de Bruselas y asesor del primer Ministro de Cultura, Ribero-Meneses fue promotor del Ministerio de Cultura (Madrid, 1976),
de la primera asociación nacional de defensa del Patrimonio Histórico-Artístico
-Arte en Peligro (Barcelona, 1973)-,
y de las primeras Orquestas Juveniles españolas: Joven Orquesta Nacional de España (1977) y Joven Orquesta de Cámara de España (1978). Recientemente ha creado
el más extenso itinerario turístico-cultural europeo, la Ruta de Occidente, así como la Fundación
de Occidente nacida para promoverla.
Inspirándose en la figura y en las tesis históricas
de Ribero-Meneses, el novelista Tomás Val ha escrito El
secreto del agua, publicado en 2004 por la editorial Alfaguara.
El Club
Financiero Génova ruega a los asistentes al acto la utilización de corbata.